HABLEMOS DE CRECER EN LOS AÑOS 90
Crecer en los años 90 no fue una tarea fácil, especialmente para los niños que en ese momento no eran considerados "normales".
El pánico satánico había llegado a América Latina, trayendo consigo una ola de quemas, prohibiciones de series de televisión y castigos por ser sorprendido leyendo... revistas de superhéroes.
Quemaron colecciones de tarjetas Pepsi, nos prohibieron ver series como Saint Seiya o Dragon Ball y, peor aún, nos criticaron por llevar una camiseta de los Chicago Bulls.
Aunque muchos adultos en ese momento creían todo lo que decían las noticias, teníamos que escondernos para ver *Los Simpson* o *Sailor Moon*.
Nuestras mamás se reunían con otras mamás para intercambiar información sobre qué series eran dañinas para sus hijos.
Pero a pesar de todo eso, fue una época maravillosa que ahora recuerdo con nostalgia.
Desarrollamos camaradería porque íbamos a la casa de un amigo a ver un programa que para nosotros estaba prohibido pero para ellos estaba permitido.
De pequeño nunca tuve una Super Nintendo, pero siempre iba a casa de mi amigo David a jugar con la que le había regalado su abuela (aún la tiene).
Crecer en los años 90 fue mágico. Hicimos amigos que nunca olvidaremos.
Jugábamos al escondite por la noche, por la noche.
Y a pesar de las dificultades que muchos de nosotros enfrentamos, podemos decir que tuvimos una infancia increíble.
Porque incluso después de todos estos años, todavía lo recuerdo con asombro.
